Recientemente en el Diario el Tiempo de Bogotá se publico una columna titulada "La tenaza Fascista" de el controvertido exministro Fernando Londoño en la cual acuñaba un termino nuevo: "Fascismo de Izquierda" lo cual, como era de esperarce, levantó aplausos e insultos de uno y otro bando en las "tribunas políticas" de Colombia...y un poquito mas allá.
La respuesta no se hizo esperar y vino en otra columna de el tiempo escrita por Cesar Rodriguez Garavito.
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Mi interés no es controvertir los argumentos lingüísticos ni políticos esgrimidos en esta discusión (bastante interesante por cierto) , sino opinar sobre otro tema que me vino a la mente a propósitos de la misma . Se trata de la paradigmatización del pensamiento.
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Cuando yo escuchaba el termino racismo lo relacionaba inmediatamente con blancos que oprimían negros. Me venía a la mente las políticas del "apartheit" en Suráfica, Los movimientos, Neo-Nazi en Europa, los ataques del Ku-klux klan etc. En todo caso, situaciones donde poderosos grupos de blancos atacaban a los débiles negros, hispanos, asiáticos etc. El término racismo estaba en mi mente asociado, en forma casi absoluta, a este tipo de circunstancias. Y aunque había leído sobre casos de racismo en otros tiempos y latitudes; en donde los actores no tenían nada que ver con el grupo racial que hoy conocemos como blancos o caucásicos, la imagen, que en forma automática generaba la palabra racismo, era esta.
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Creo que en Colombia, sin atreverme a afirmar que no lo hay, es un poco difícil persibir racismo, especialmente en un colectivo como la costa Caribe. Fué solamente cuando me fuí a vivir a Curazao y me tocó sentir en carne propia los efectos del racismo, cuando pude comprobar que este sentimiento no es patrimonio exclusivo de los blancos, sino mas bien de la humanidad. Fue allí en este país de mayorías afroamericanas, cuyo resentimiento por su pasado de esclavitud es tan fuerte como si la hubieran abolido ayer, donde me di cuenta que no solamente tenía equivocado el concepto de racismo por ubicarlo en un solo grupo, sino en creer que racismo tenía de verdad que ver con la "raza". Aquí se me destruyeron dos paradigmas, pero no fueron los únicos.
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El vivir en Curazao no solo me expuso a el contacto con la xenofobia de los "yu di Korsow" (los hijos de curazao) sino tambien con una ventana a la realidad Venezolana atravez de los muchos venezolanos que viven o viajan a Curacao y los medios de Comuncación.
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Al igual que la gran mayoría de los Colombianos "medianamente" educados, tenía tambien el concepto de Fascismo, como algo absolutamente atribuíble a las derechas. Históricamente así es. Hoy en dia es aceptado casi que unánimemente por la humanidad como algo negativo, y utilizado por la izquerda radical(y las no tanto) como un insulto a las derechas. Asi que escuchaba los discursos apacionados del comandante Chavez ante una audiencia emocionada como adolecentes ante sus cantantes favoritos, mientras dibujaba con lenguaje casi poético el mar de la felicidad en el que vivirían luego de consolidar el imperio y previa derrota de los enemigos del proceso, o sea todos los otros. Veía hordas o grupos (dependiendo de su tendencia política) bolivarianos atacar o protestar ante( como mejor le parezca) medios de Comunicacion. A lideres politicos y dirigentes atacar y llamar traidores a la patria a sus opositores, edificar monumentos, cambiar nombres , fechas y versiones historicas como con una barita mágica. En todos estos casos el insulto mas repetido y asentuado era: FASCISTAS! Creo que para cualquiera que hubiera visto tales hechos por primera vez y no supiera quien es Hugo Chavez ni donde queda Venezuela,no hubiera podido saber si el grito de fascista era un insulto proferido o el propio grito de batalla.
